jueves, 19 de diciembre de 2013

SEVILLA ESTÁ QUE SE SALE


   En mi propósito de ir al centro desde Triana y sentir ese latir de mi gente en sus calles, plazas y avenidas en estos días de hermoso cielo y buen clima me quedé en la Plaza del Altozano por lo que  sábado siguiente retomé mí recorrido...
    Cuando atravesaba el Puente de Triana o de Isabel II, por haberse construido durante su reinado, dirección Sevilla me paré en su entrada para contemplar el frente, la orilla izquierda del Guadalquivir y en ese marco, a la derecha del puente, en El Arenal...
     En primer plano, reflejándose en el río, el Paseo Marqués de Contadero, el Paseo de Cristóbal ColónLa Torre, primero  prisión y después depósito del Oro que llegaba de Indias y el Puente de San Telmo que une el barrio Los Remedios con El Arenal.
    







      En  segundo plano, asomándome al río, la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y el Teatro de la Maestranza.


     En el horizonte, por encima de las azoteas, La Giralda; la arrinconada, olvidada y poco conocida Torre de la Plata; los pináculos del Palacio de San Telmo, patrón de los marinos y construido para colegio de sus huérfanos y las TorreNorte y Sur de la Plaza de España.
     

      En el puente, en la baranda, los candados de amor con los nombres de los enamorados que encollerados los cierran y tiran las llaves al río como símbolo de perpetuidad; a la izquierda del puente, los jardines y el paseo de la antigua Lonja del Pescado y al fondo el Puente del Cristo de la Espiración conocido popularmente como del Cachorro, nombre del famoso de la Iglesia del Patrocinio, nombre que también hereda, Puente  del Patrocinio.
     


   Atravieso el tramo que me queda y, ya en el otro extremo, me vuelvo para recrearme en el popular paisaje urbano de la orilla derecha que traía de espalda y en esa panorámica… a mi izquierda la singular Calle Betis, una balconada de terrazas y miradores para ver Sevilla desde donde el tapeo y la charla comparten hospitalidad, cortesía, calor y amistad y, coronado esa orilla, la cúpula, los pináculos y la cruz-veleta de la torre de la Iglesia de Santa Ana.

    

 Ya en el atardecer, a mi derecha, La Torre Pelli, de Cesar Pelli también conocida por La Torre de Cajasol, el edificio más alto de Sevilla, una estructura de hormigón, acero y vidrio de cuarenta pisos y que supera en a nuestra emblemática Giralda en unos ochenta metros.


      Con el ocaso en mis pupilas me vuelvo para continuar mi ruta por Reyes Católicos, San Pablo, Rioja, Sierpes al Ayuntamiento y Catedral.
     Y ese callejeo que huele a Navidad, en “esta orilla”... 

Calles, plazas y avenidas abarrotadas,
redes de luces con estrellas, corazones,
campanas, alas, palmeras, arañas...
cielos resplandecidos por led de guirnaldas.

Escaparates iluminados con bolas y figuras,
cristales relucientes con motivos de nieve y escarcha,
maniquíes con ropas de invierno y complementos...
móviles que interesan y al transeúnte ajeno acercan.

Todo,  "en esta orilla", muy hermoso y bonito,
brillante y atractivo, fastuoso y magnífico;
todo, todo... maravilloso y perfecto;
pero y "en la otra"...?

      Pero, en “la otra orilla”… 

Aceras, rincones y pasajes bien aprovechados...
puestos de castañas echando humo,
hombres música u orquesta,
top mantas con cinturones y bolsos " de lujo"; 
estatuas humanas deshumanizadas,
actores innovadores y sofisticados,
 buscadores en contenedores, 
indigentes y marginados voluntarios u obligados
pero siempre aliados de la necesidad, 
esclavos de la pobreza,
sin futuro, sin libertad.

                                                                         Goma

Con aires de Rocío. Y... en "la otra orilla? . Gines. 191213


         IMÁGENES DE “LA  OTRA ORILLA


 

Texto extraído del libro   Mi tierra, mi pueblo, mi gente,... Sevilla está que se sale
Autor   José González Mayoral  -Goma-
Imágenes   ARCHIVOS   GOMA    
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