Siempre que puedo, desde el centro de Camas,
por el tramo urbano de la antigua Nacional
630 de la Vía de la Plata, con dirección hacia Mérida busco en mi izquierda el indicativo Camino Sta Brígida y por ese camino, por el viejo... estrecho, terroso, calizo y empinado llego hasta la pista que, desde la
barriada "El balcón de Sevilla", hoy lleva a cima del cerro.
Allí, junto a la sombra del único árbol visible desde el valle, un eucalipto; he pasado muchas mañanas,
tardes y lunas...
Desde allí, todo el valle con sus amaneceres, sus ocasos, sus lunas nacientes y ponientes y desde el valle, mirando al oeste, siempre verás Santa Brígida...
Desde allí, todo el valle con sus amaneceres, sus ocasos, sus lunas nacientes y ponientes y desde el valle, mirando al oeste, siempre verás Santa Brígida...
( Goma. Gines.- 011013)
" Y Observando y contemplando, desde la orilla derecha del Guadalquivir, con el paso del tiempo, un día pude
escribír...
Desde
la Cartuja monástica,
entre
el rio y la dársena...
desde
esa tierra de buena arcilla
para
alfareros árabes y de Triana...
desde
ese Guadalquivir lento, reposado
y
navegable, hoy solo, hasta Sevilla...
desde
tan rica orilla, mirando al poniente
siete
colinas como en la Roma antigua...
Una
de ellas es Santa Brígida
el
cerro más alto de la cornisa...
vigilando
la histórica isla, el gran valle,
y
el serpenteante Baetis de aguas tranquilas
que
lo atraviesa, lo amamanta, lo
acaricia...
un
monte con asomo de prehistoria,
un
collado con señales de historia,
un
otero con misterios, sospechas, enigmas...
Y
mirando hacia ese coronamiento macizo,
contemplando
sus alineadas colinas,
modelando
con la vista sus suaves líneas,
abstraído
por el ocaso de difuminado rojizo;
por
mi mente van pasando...
niños
y niñas en su cima o en su ladera jugando,
hombres
y mujeres nómadas cazando
y trogloditas
sedentarios a su ganado apacentando,
Sombras
de antiguos pueblos...
íberos, tartesios, celtas, fenicios,
griegos,
cartagineses, romanos...
comerciantes y conquistadores
buscando
el lucro con el intercambio,
abusando
del siervo, del esclavo;
construyendo
tribus, factorías y ciudades para vivos,
dólmenes
y ciudades para muertos.
La
famosa y arqueológica Itálica
con
sus domus, su teatro y su anfiteatro,
con
sus emperadores Trajano y Adriano;
insignes
de esta tierra que veo de niños
en
las laderas o en el valle jugando
o
para guerreros entrenando...
los
reflejos de luz en el horizonte
poco
a poco se han ido disipando.
La sombra, las siluetas de las colinas me roba,
el
cielo se aclara y se hace mas azul
y
en su bóveda brillan ventanas de
plata...
cierro
los ojos y páginas de gloria
aprendidas
de niño por mi mente pasan...
hombres
y mujeres sellados por la historia...
guerreros,
santos y santas...
¡
Santa Brígida! ... ¡Cerro y monja Santa!
Goma
Con aromas de Rocío. Cerro de Santa Brígida. Camas.
Texto
extraído del libro Rincones y paisajes con encanto. Cerro
de Santa Brígida. Camas.
Autor
José González
Mayoral -Goma-
Imágenes ARCHIVOS GOMA
Inscrito
en el Registro de la Propiedad Intelectual
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