Con motivo de la salida de los doce monjes blancos que el día diez del “mes de las flores” de mil ciento noventa y cuatro, al amparo de la filosofía cisterciense por la que “nada debe distraer de la búsqueda de Dios”, bendecidos por el abad de Poblet y tutelados por Godofredo Rocaberti con la credencial de I Abad de la nueva filial que debían fundar… por los caminos del sur, tras varios asentamientos y abandonos, llegan a un frondoso paraje donde el rio Piedra , perezoso, y casi dormido, se descuelga en cascadas y en su caída se despierta en un nuevo lecho abrazado a la magia de la Madre Naturaleza… y saltando y brincando, agua y tierra paren grutas, lagos, modelan el terruño y reflejan el milagro.
tu transparente y lánguido caudal,
adormecido, culebrea…
refrescando silvestres
y penetrantes aromas del verde pinar,
de la plateada chopea, del tortuoso sabinar,
amamantas ricas hierbas para regalo del paladar...
Rio Piedra, rio Piedra, en Nuévalos te descuelgas,
horadas bucólicos pasillos y cavernas,
petrificas raíces y leños para crear…
¡incomparable belleza!
Rio Piedra, rio Piedra, espejo de monasterios,
buscando el Jalón y el Ebro…
¡prodigio de naturaleza!
Goma
Autor José González Mayoral -Goma-
Obra Inscrita en el Registro de la Propiedad Intelectual
Imagen ISABEL GISBERT PALACIO
Blog Goma
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