Imagen de portada del libro... El Nilo en mis manos.
Estela hallada en el Serapeum de Menfis, Saqqara. El difunto adora al dios Apis, el toro vivo elegido entre los de color negro, pero con vientre y patas blancas. El animal vivía en el recinto sagrado de Ptah, en la capital del Imperio Antiguo, con dos corrales para poder pasear, disfrutar de su harén y ser visitado por los egipcios como un oráculo, que no como una estatua, aunque se representaba como tal.
Curiosamente, el animal no debía vivir cumplido los veinticinco años por lo que, llegado a esta edad, era ahogado en la fuente sagrada, trasladado en un sarcófago a Saqqara y enterrado en una fosa excavada a doce metros de profundidad, en el lugar de descanso de los toros sagrados egipcios.
Texto extraído del libro El Nilo en mis manos.
Autor José González Mayoral - Goma-
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